Las leyes secundarias en telecomunicaciones y el retorno de la dictadura perfecta en México
(pp. 13-34; DOI: 10.23692/iMex.7.2)

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Dr. Javier Esteinou Madrid

Doctor en Sociología, (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México), Maestro en Sociología, (Departamento de Sociología y Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Iberoamericana), Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Información, (Departamento de Comunicación, Universidad Iberoamericana), Estudios de Filosofía, (Instituto Superior de Estudios Filosóficos).

Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Autor de diversos libros y artículos sobre medios de comunicación y cultura en México y América Latina. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel III). Ex Vicepresidente (Fundador), Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (1981-1983). Miembro del Consejo Consultivo Ciudadano de Programación del Canal de Televisión del Congreso de la Unión, (2008-2014). Premio Nacional de Comunicación 2011. Fundación Pagés Llergo y Revista Siempre. Premio Nacional de Periodismo en 2004, en 2010 y en 2014.

E. Mail: jesteinou@gmail.comjesteinou@prodigy.net.mx

After the significant progress achieved in the Constitutional Telecommunications Reform in 2013, with a delay of almost 100 days, President Enrique Peña Nieto sent to the Senate of the Republic on March 24, 2014 the initiative of Secondary Laws to regulate said Reform. Such presidential project was highly worrisome since that proposal denied the main aspects of progress already achieved in such matter.
The first phase of the Reform was achieved thanks to the agreements reached by the Pact for Mexico, and when this broke down due to the internal crisis of the PAN and the PRD, the PRI showed that it no longer needed them as political allies to govern the country, as it had already achieved the 7 structural reforms demanded by the OECD to attract new international capital flows (labor, protection, education, telecommunications, tax and energy reforms), and thus reactivate the national growth model that had stagnated during the last six years. However, in the second phase of consolidation of the Reform through the elaboration of the secondary regulations on telecommunications, the PRI and its associated parties were no longer interested in creating an inclusive democratic future for Mexican society; rather, they were only concerned with building the conditions to reinstall the prototype of the «Imperial Presidency» that operated during 7 decades of the 20th century in Mexico. With this, the PRI tried to rebuild in the 21st century the political formula, baptized in 1990 by the Nobel Prize winner Mario Vargas Llosa, as the «Perfect Dictatorship», composed by the strength of the governance of the dominant party or parties, plus the sum of the mental and emotional power produced by Televisa’s hegemony and its new «business compadre» partner, Televisión Azteca, to co-govern Mexican society in the third millennium.

Después de los significativos avances logrados en la Reforma Constitucional de las Telecomunicaciones en el año 2013, con una demora de casi 100 días el Presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República el 24 de marzo de 2014 la iniciativa de Leyes Secundarias para regular dichaReforma. Tal proyecto presidencial fue altamente preocupante pues dicha propuesta negó los principales aspectos de avance ya logrados para progresar en tal materia.
De esta forma, la primera fase de la Reforma Constitucional de las Telecomunicaciones se logró gracias a los acuerdos consensuados por el Pacto Por México, y cuando este se quebró por la crisis interna del PAN y del PRD, el PRI demostró que ya no los necesitó más como aliados políticos para gobernar al país, pues ya había logrado las 7 reformas estructurales que le demandó realizar la OCDE para atraer los nuevos flujos de capitales internacionales (reforma laboral, amparo, educativa, telecomunicaciones, fiscal y energética), y con ello, reactivar el modelo de crecimiento nacional estancado durante los últimos sexenios. Sin embargo, en la segunda fase de consolidación de la Reformaa través de la elaboración de las normatividades secundarias en telecomunicaciones, al PRI y a sus partidos asociados, ya no les interesó crear un futuro democrático incluyente para la sociedad mexicana; sino que lo que únicamente les preocupó fue construir las condiciones para volver a reinstalar el prototipo de la “Presidencia Imperial” que operó durante 7 décadas del siglo XX en México. Con ello, el PRI pretendió reconstruir en el siglo XXI la fórmula política, bautizada en 1990 por el premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, como la “Dictadura Perfecta”, compuesta por la fuerza de la gobernabilidad del partido o partidos dominantes, más la suma del poderío mental y emocional que produce laTelecracia conformada por la hegemonía de Televisa y su nuevo socio “compadre empresarial”, Televisión Azteca, para cogobernar a la sociedad mexicana en el tercer milenio.